Flores y jardines primaverales en Litchfield Hills

Desde 1950, la granja familiar White Flower Farm en Litchfield ofrece una amplia gama de plantas anuales, perennes, bulbos, arbustos, enredaderas, amaryllis, herramientas y suministros de jardinería, además de regalos para jardineros. El vivero, que abarca más de cinco acres, incluye una casa de begonias, un jardín de sombra, un jardín lunar y un jardín de polinizadores, junto con muchas otras características. También puede obtener consejos de jardinería de primer nivel e información práctica para llevar a casa. Explore su extenso sitio web y únase a su lista de correo electrónico para recibir ofertas especiales y consejos útiles.

El jardín de Hollister House, bellamente situado en un terreno inclinado y con terrazas en Washington, es una interpretación estadounidense de jardines ingleses clásicos como Sissinghurst, Great Dixter y Hidcote, formal en su estructura pero informal y más bien salvaje en su estilo de plantación. El jardín, iniciado en 1979 por George Schoellkopf, ha evolucionado hasta convertirse en una síntesis única de lo formal y lo natural, en la que los ángulos rectos de los caminos, los muros y los setos se funden a la perfección con el exuberante paisaje circundante, que forma un magnífico telón de fondo para las exuberantes plantas del jardín. Desde 1993, Gerald Incandela ha contribuido en gran medida al desarrollo del jardín con su ojo de artista entrenado en redefinir el paisaje circundante.

Fundado en 1989 por Kasha y David Furman, Cricket Hill Garden en Thomaston es uno de los primeros viveros del país en vender variedades auténticas de peonías chinas. De hecho, su jardín de exhibición de seis acres con más de 500 cultivares diferentes de peonías arbóreas, herbáceas e híbridas ha sido apodado "Peony Heaven". En los últimos años, su hijo Dan ha diversificado su oferta para incluir árboles frutales resistentes y bayas, como peras asiáticas, papayas, caquis, membrillos, manzanas tradicionales y nísperos. Disfrute de la belleza del jardín en flor cada mayo y junio.

El Jardín Gertrude Jekyll y el Museo Glebe House en Woodbury (uno de los primeros museos históricos de casas del país) tienen una historia fascinante. En 1926, la famosa diseñadora de horticultura y escritora inglesa Gertrude Jekyll recibió el encargo de Annie Burr Jennings, heredera de la fortuna de la Standard Oil, de crear un “jardín a la antigua usanza” para realzar el museo recién creado. La señorita Jekyll ejerció una profunda influencia en el diseño de jardines modernos y se la considera la mejor jardinera del siglo XX. Aunque es un jardín pequeño en comparación con los cerca de 400 diseños más elaborados que completó, el Jardín Gertrude Jekyll incluye borduras y cimientos mixtos de estilo inglés clásico y una terraza de piedra plantada. Por razones desconocidas, el jardín nunca se instaló por completo en la década de 1920; sin embargo, después del redescubrimiento de los planos a fines de la década de 1970, el proyecto comenzó en serio en la década de 1980 y ahora se está completando de acuerdo con los diseños originales.

La Casa y Jardín Bellamy-Ferriday en Belén encarna las pasiones radicalmente diferentes de dos individuos extraordinarios. El pastor reverendo Joseph Bellamy, reconocido líder del Gran Despertar Religioso de la época, construyó la casa alrededor de 1754. Y en 1912, los neoyorquinos Henry y Eliza Ferriday compraron la propiedad como residencia de verano para ellos y su hija Caroline, actualizándola con las comodidades “modernas” de calefacción, electricidad y plomería. Eliza y Caroline diseñaron un jardín formal con parterres con rosas históricas, peonías, lilas y numerosos árboles y arbustos fragantes, convirtiendo el sitio en un destino para los amantes de la jardinería. Caroline, que era actriz, conservacionista y filántropa que apoyaba muchas causas de justicia social y derechos humanos, cedió la hermosa propiedad histórica y el mobiliario a Connecticut Landmarks después de su muerte.

La primavera florece espectacularmente en Laurel Ridge Farm, en Litchfield Hills, desde finales de abril hasta principios de mayo, donde cientos de miles de narcisos naturalizados florecen de forma salvaje en diez acres de suaves pendientes de bosques naturales, campos y muros de piedra antiguos. Una de las dos pequeñas islas situadas en un gran estanque cobra vida con brillantes flores doradas y blancas. Aunque se encuentra en terrenos privados, los propietarios de esta granja en funcionamiento dan la bienvenida a los visitantes para que caminen por los senderos y tomen fotografías durante la temporada de narcisos (no se permiten picnics ni mascotas).

Osborne Homestead & Gardens en Derby se encuentra en la antigua finca de Frances Osborne Kellogg, construida originalmente a mediados del siglo XIX y que figura en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Los terrenos están bellamente diseñados con jardines formales, un jardín de rosas, arbustos ornamentales y árboles en flor, que ofrecen a los visitantes un espectáculo infinito de color desde la primavera hasta el otoño. Junto al museo se encuentra el parque estatal de Osbornedale, con colinas onduladas, prados abiertos y varios kilómetros de senderos para caminatas a través de la antigua granja lechera de la Sra. Kellogg. La finca es ahora una instalación del Departamento de Protección Ambiental de Connecticut y miembro del Sendero del Patrimonio de las Mujeres de Connecticut y de los Jardines Históricos de Connecticut.