Lugares de caza de fantasmas en Connecticut

Parece que los fantasmas habitan en cada esquina de esta zona histórica de Connecticut. Algunas propiedades emblemáticas, como la casa Butler McCook en Hartford, están siendo investigadas por actividad paranormal. A continuación, se indican algunos lugares de la región de la capital en los que puede encontrarse con los espíritus.

Los pueblos de montaña clásicos del noroeste de Connecticut están llenos de historias de fantasmas y murciélagos en los campanarios de las famosas iglesias de campanarios blancos. Se dice que el cementerio bautista del Séptimo Día en Burlington (Green Lady Cemetery) está embrujado por "La Dama Verde". Y el pueblo prohibido de Dudleytown sigue siendo una de las leyendas más espeluznantes de Connecticut. Es posible que no puedas visitar la tierra maldita, pero puedes tomar una cerveza en Dudleytown Brewing Company , inspirada en la inquietante historia. A continuación, encontrarás lugares que dan la bienvenida a los curiosos.

New Haven y sus pueblos aledaños cuentan con una rica tradición de historias de fantasmas. Incluso existe una formación geológica natural llamada el Gigante Durmiente. En New Haven, la cripta de la Iglesia Central se encuentra debajo de la iglesia y tiene lápidas que datan de 1687.

Faros y mansiones embrujadas: la receta perfecta para una lectura atrapante, una película de terror o una visita de fin de semana al condado de Fairfield. Sin embargo, algunos de los lugares más extraños ahora están fuera del alcance de los visitantes curiosos. El Hospital Estatal de Fairfield albergó a pacientes con problemas mentales desde 1931 hasta su cierre en 1995. Y se dice que el cementerio Union de Easton está embrujado por una "Dama Blanca".

En esta región marítima de Connecticut abundan los relatos de faros embrujados y almas perdidas misteriosamente en el mar. Esta zona también alberga supuestos lugares embrujados, como el Sanatorio Seaside en Waterford y el Hospital Estatal de Norwich en Preston, dos lugares abandonados que viven en el limbo entre los planes de desarrollo futuros y su pasado espeluznante.