Si le gusta explorar la historia, admirar la arquitectura colonial o quiere probar suerte en la arqueología, la Casa Henry Whitfield es su destino ideal. Esta joya de Connecticut es una visita obligada, con mucho que explorar y aprender. Aquí hay tres razones para visitar:
1: Retroceder en el tiempo:
El Museo Estatal Henry Whitfield no es una casa antigua cualquiera; es como una máquina del tiempo. Con casi 400 años de existencia, ¡es más antiguo que nuestro país! Este edificio lo ha visto todo, desde los primeros días de Connecticut hasta el nacimiento de Estados Unidos. El gobernador Lamont incluso dijo que es una lección de historia viva sobre cómo surgió nuestra nación.
2: Un atractivo arquitectónico para la vista:
Esta casa ha pasado por muchas cosas y ha cambiado su aspecto a lo largo de los siglos. Gracias a los arquitectos Norman Isham y J. Frederick Kelly, quienes lo renovaron a principios del siglo XX, ahora es un ejemplo destacado del estilo neocolonial. Es tan impresionante que obtuvo el título de Monumento Histórico Nacional.
3: Indagando en el pasado:
No se trata sólo de mirar cosas viejas; tú también puedes ensuciarte las manos. El Departamento de Antropología de la Universidad Estatal del Sur de Connecticut tiene una exhibición con hallazgos recientes de sus excavaciones en los terrenos del museo. Estos tesoros arrojan luz sobre más de 5000 años de historia de los nativos americanos y las vidas de quienes vivieron en Whitfield House mucho después de que la familia original se mudara. Además, puedes jugar a arqueólogo y buscar "artefactos" y a la mascota de la exhibición, Trowely, como parte de tu visita. ¿Y la mejor parte? ¡Está todo incluido con tu entrada al museo !
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