4 de los maravillosos museos del oeste de Connecticut

Si quieres conectar con la naturaleza por un día, no se me ocurre mejor lugar que el Centro de Conservación White Memorial en Litchfield, Connecticut. Esta mansión/museo natural, donada por los Alain y May White al estado en 1913, se encuentra en medio de 1620 hectáreas de hermosos terrenos que puedes explorar. Al entrar al Centro de la Naturaleza, su interior parece más grande de lo que imaginas, con salas y salas llenas de cosas interesantes para ver, tocar y aprender. Muchas exhibiciones vibrantes explican la historia natural de la zona y los animales que habitan en Litchfield Hills. Incluso hay un pequeño estanque al lado donde podrías ver tortugas tomando el sol en un tronco o una gran garza real pescando.

Se dice que Estados Unidos es una nación de leyes. Si desea visitar la cuna de esa idea, solo hay un lugar: la Casa Tapping Reeve en Litchfield, la primera facultad de derecho de Estados Unidos. Fundada en 1774, este edificio histórico ha sido restaurado con esmero y repleto de exposiciones sobre sus fundadores, Tapping Reeve y James Gould. Exhibe las ideas y filosofías que educaron a muchos de los abogados más famosos e influyentes de Estados Unidos, quienes luego moldearon esta nación. Su visita será fascinante y educativa, y podrá seguir los pasos de muchos vicepresidentes, congresistas, senadores, jueces de la Corte Suprema y gobernadores estatales. Los exalumnos fundaron 20 facultades de derecho más, por lo que la tradición de la facultad perdura. Este museo está dirigido a adultos y niños mayores amantes de la historia. Le ofrece un punto de referencia para conectar con tantas personas que hicieron grande a este país.

Al recorrer Connecticut (palabra derivada del algonquino "Quinnetukut", que significa lugar de aguas largas ), es inevitable notar otros nombres como Nonnewag, Pomperaug, Weekeepeemee, Shepaug, Quassapaug y Winnimaug. Estos son vestigios de una época en la que los nativos americanos habitaban nuestro estado. Enclavado en las colinas de Washington, puede visitar el Instituto de Estudios Indígenas Americanos y aprender mucho más sobre quienes vivieron aquí originalmente. Verá animados dioramas que representan la vida de los nativos americanos, artefactos milenarios y demostraciones de cómo elaborar las artesanías. Es imprescindible hacer una visita guiada para no perderse ninguna de las historias que rodean cada objeto. Durante mi visita, pude intentar lanzar un átlatl, una lanza utilizada para cazar. Fue muy divertido. Siempre tienen algo que hacer durante todo el año, así que consulte su sitio web para ver las actividades. Es una buena excursión de un día y se irá con una mayor apreciación de la rica herencia indígena de Connecticut.

A veces quieres escapar de lo común y ver lo fantástico... visitar un lugar donde el arte, la historia y la fantasía se fusionan. Y no hay mejor lugar para hacerlo que el Museo del Carrusel de Nueva Inglaterra en Bristol. Es un tesoro repleto de una cantidad casi incontable de hermosos caballos de carrusel y bestias fantásticas; algunos son antigüedades de tiempos pasados y otros son de nueva creación. Recorre esta fábrica reconvertida durante horas y maravíllate con la artesanía de estas increíbles esculturas. Por supuesto, querrás llevar a los más pequeños a dar un paseo en el carrusel en funcionamiento. También puedes recorrer otros dos museos gratuitos, que exploran la historia del fuego y la cultura griega. Este lugar es de ensueño, pero te prometo que cada vez que vayas, ¡descubrirás algo nuevo!